A pesar de perder los dos brazos en un accidente cuando era joven, el agricultor chino Chen Xingyin nunca permitió que su discapacidad le impidiera trabajar duro o poder llevar una vida normal. Hoy, con 48 años de edad, siendo residente de la ciudad de Chongqing, es responsable de la mayoría de las tareas del hogar, utilizando solamente la boca y los pies, y se las arregla para cuidar de su madre de 91 años.
La conmovedora historia de Chen llamó la atención de los internautas chinos recientemente y desde entonces ha aparecido en la prensa local. “Aunque no tenga manos, tengo buenas piernas”, dijo en una entrevista.
El hombre se opone vehementemente a la idea de pedir dinero en la estación de trenes, aunque sabe que los mendigos pueden ganar muchísimo más dinero que él. En cambio, Chen prefiere trabajar para ganarse la vida y utilizar los ingresos para cuidar de su anciana madre. Sin embargo, a él no le gusta juzgar a las personas que piden, ya que considera que cada uno tiene sus razones.
Chen perdió sus brazos en un accidente eléctrico cuando tenía tan sólo siete años. Sus dos hermanas se casaron cuando él tenía 14 años, y su padre y su hermano mayor murieron antes que el cumpliera los 22. Desde entonces, Chen aprendió a cocinar, manejar la granja y realizar las tareas del hogar utilizando sus pies y su boca. El corta la madera y enciende el fuego con los dedos de sus pies; también se encarga de los cerdos, los pollos, y además se preocupa por los pastos y cultivos. Este agricultor tiene más de 20 cabras y lleva los animales a pastar todas las tardes.
La madre de Chen, ya es anciana y muy débil y el mes pasado se enfermó bastante. Desde que su madre comenzó a enfermarse, el cocina sus comidas y le da los medicamentos tres veces al día. Para poder alimentar a su madre, le da cucharadas de comida utilizando su boca y aunque su hermana se ha ofrecido a ayudarlo, prefirió hacerlo solo porque vive solo con su madre y no tiene muchos problemas.
Sus vecinos aseguran y confirman lo que la prensa dice recientemente de él. “Incluso sin sus brazos, él logra hacer tareas más rápido que la mayoría de las personas”, dijo un residente local. En las redes sociales de China, Chen ha tenido mucho éxito recientemente.
“En cierto modo, sus pies parecen más útiles que mis manos. Lo que yo lo respeto es la forma tan dura en la que trabaja para hacer que su vida sea mejor, en lugar de depender de la ayuda de los demás “, escribió un usuario. “Tenía ganas de llorar cuando vi la foto de él alimentando su madre”, escribió otro.
Chen, con su increíble humildad, evita ser motivo de referencia o de idolatría. Él cree que no es más que nadie ni tiene que ser un ejemplo para la sociedad. “El hecho de que alguien con mi condición pida dinero o no, significa que deban ser juzgados. Hago lo que creo que tengo que hacer, porque afortunadamente aprendí a hacerlo. Otros podrían estar muy desalentados por eso y es fácil para la gente señalar a las personas que están pidiendo”.
