Todo se supo por casualidad. Un grupo de radio-aficionados captó una conversación secreta entre la NASA y los astronautas del Apolo 11 Neil Armstrong y Buzz Aldrin, en un “canal reservado” para estos mensajes, que revela que los tripulantes de la nave vieron ovnis y estructuras extraterrestres.
Un ex empleado de la NASA, Otto Binder, reconoció muchos años después de la misión que sí se registró tal diálogo. Todavía más. Maurice Chatelain, un especialista en comunicaciones de la agencia espacial, admitió que “el encuentro con ovnis era perfectamente conocido en la NASA” y que “todas las misiones Apolo fueron seguidas por ovnis”.
En su libro “Beyond Top Secret”, el ufólogo Timothy Good, como otros, sostiene que los astronautas vieron extraterrestres en la Luna. La evidencia reside en la conversación secreta captada por los radioaficionados.
Apolo 11: ¿Qué diablos era? Es lo que quiero saber. Estas cosas eran gigantescas, señor. ¡Dios mío, usted no lo creería!
NASA: ...¿Qué diablos pasa?
Apolo 11: Están aquí, bajo la superficie.
NASA: ¿Qué hay ahí? Control de misión llamando a Apolo 11.
Apolo 11: Estamos aquí, los tres. Pero hemos encontrado visitantes... Por las instalaciones, parece que han estado aquí desde hace mucho tiempo... Digo que ahí afuera hay aparatos espaciales. Están alineados en filas al otro lado del cráter... Quienes pensaron que la tripulación vio un ovni reforzaron su creencia porque varias fotos de la misión
Apolo 11 muestran inexplicables destellos en el cielo. Las versiones de ovnis en la Luna o vigilando a los vuelos tripulados no son nuevas. Desde la creación de la NASA, en 1958, hay larga historia de avistamientos de ovnis de parte de sus pilotos de aviones y sus astronautas.
Joseph Walker, piloto del avión de pruebas X-15, en una charla en mayo de 1962, anunció que unos meses antes filmó dos ovnis en forma de disco. Dos meses después, otro piloto del X-15, el mayor Robert White, reveló que su nave fue rodeada por una escuadrilla de ovnis al volar a unos 9,800 m de altura.
En 1965, la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) descubrió que un informador de la NASA filtraba información sobre ovnis y lo asienta en un expediente, en septiembre de ese año. En la mañana del 14 de marzo de 1990, Donald Ratsh, un radioaficionado de Baltimore, Maryland, seguía las transmisiones del transbordador Discovery cuando oyó la siguiente comunicación: “Houston, aquí Discovery, tenemos un problema. Tenemos un incendio”.
Poco después dice Ratsh, se oyó una transmisión adicional: Houston, aquí Discovery. Todavía tenemos la nave espacial bajo observación. Una fuente de la NASA informó que el transbordador estuvo involucrado en un incidente con un ovni.— Jorge A. Balam Díaz.